Un estudio realizado a 21 jóvenes muertos en Ciudad de México muestra que el material particulado fino (PM 2.5) transporta restos de bacterias hasta el corazón.
El material particulado fino, conocido como PM 2,5, no sólo es el principal responsable de las principales enfermedades respiratorias agudas durante el invierno, sino que también se relaciona con las fallas cardíacas. Un reciente estudio de la Universidad Johns Hopkins en 108 ciudades de EE.UU. demostró que el aumento de la contaminación ambiental produjo un incremento de las atenciones en hospitales por urgencias cardíacas.
Ahora una investigación realizada por la Universidad de Montana en Estados Unidos y el Instituto Pediátrico Nacional de México viene a explicar cómo esta contaminación invisible puede atacar al corazón: el material particulado fino transporta restos de bacterias al interior del cuerpo, las que desatan una inflamación crónica en el órgano vital que termina, a largo plazo, dañando la salud de las personas.
Para llegar a esa conclusión los investigadores tomaron los corazones de 21 jóvenes con una edad promedio de 18 años y que habían fallecido en accidentes en Ciudad de México, unas de las urbes más contaminadas del mundo.
Tras el análisis de los tejidos, los científicos descubrieron una inflamación en células que recubren la pared interna del corazón. Esta inflamación habría sido producida por endotoxinas, que son restos de bacterias muertas y que se encuentran presentes en el suelo y en las deposiciones. Estas sustancias utilizan al PM 2,5 como un vehículo al que se suben para transportarse al interior del organismo humano.
Debido a que no puede ser filtrado por la nariz de los humanos, el PM 2,5 logra ingresar a las vías respiratorias, traspasar los alvéolos pulmonares y pasar a la sangre. Así, estas partículas pueden transportar las endotoxinas a diversos órganos, entre ellos, el corazón, donde su presencia produce una reacción inflamatoria crónica.
Según Andrei Tchernitchin, experto en Toxicología de la Universidad de Chile, la inflamación crónica puede producir la muerte de células que componen los músculos del corazón. Si bien esto no implica que las personas que viven en ciudades contaminadas vayan a sufrir insuficiencia cardíaca, sí las pone en mayor riesgo de sufrir un accidente cardiovascular, especialmente a aquellas personas con acumulaciones de colesterol.
smog y colesterol
La contaminación ambiental no sólo produce daño en el corazón, sino también a nivel de los vasos sanguíneos. Una investigación de la Universidad de Nueva York mostró que aquellos individuos que respiraron una mayor cantidad de PM 2,5 desarrollaron una mayor acumulación de placas de colesterol en sus arterias.
El efecto fue mucho más marcado entre quienes llevan una dieta alta en grasas: aquellos que respiraron aire contaminado tuvieron una obstrucción de un 41% del diámetro de sus vasos, mientras quienes respiraron aire sin PM 2,5 desarrollaron sólo un 26% de obstrucción. "La exposición prolongada a material particulado PM 10 y PM 2,5 se ha asociado a incremento de los eventos coronarios isquémicos agudos", confirma Roberto Concepción, jefe de la unidad coronaria del hospital Dipreca y académico de la U. Diego Portales.
25 micrómetros miden las partículas contaminantes más pequeñas, capaces de ingresar al organismo, técnicamente llamado PM 2.5.
Fuente: Ecosistemas.
miércoles, 5 de mayo de 2010
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