martes, 6 de octubre de 2009

Parkour

A principios de los 90, en Evry y Lisses (ciudades de Francia), surgió un movimiento. Un grupo de jóvenes motivados y adiestrados por Raymond Belle (ex-soldado vietnamita, y del cuerpo de bomberos francés instruido en el Método Natural de George Hébert), entrena y se prepara físicamente, inspirados en la aplicación del Método Natural en el ámbito urbano, con una idea principal: Ser fuertes para ayudar y proteger a sus familias.

Llamaron a este movimiento principal “El arte del desplazamiento”, y al grupo que formaban, David Belle, Michael Lewis, Williams Belle, Yann Hnautra, Laurent Pimontesi, Sébastien Foucan entre otros, “Yamakasi”, que proviene del Lingala (Ya makási), una lengua africana, y significa "Cuerpo fuerte, espíritu fuerte, persona fuerte".

El deporte, que ellos convirtieron en disciplina, consiste en preparar el cuerpo y mente, para desplazarse por cualquier entorno, ya sea urbano o natural, de una manera eficiente, fuerte, rápida y bella. Para ello se valen de saltos, carreras, movimientos sobre obstáculos, equilibrios… Como auténticos animales, sin pararse ante ningún obstáculo, todo puede ser superado. Esta misma filosofía de entrenamiento, es también aplicada a la vida, lo que hace que este arte, el arte del desplazamiento, sea también un arte de vivir, sea una filosofía de vida sobre la que priman unos valores familiares, de hermandad, de respeto, de coraje, de lucha, y autosuperación.

Después de un tiempo, hubo diferencias entre algunos de los miembros del grupo, y dos de sus integrantes más famosos, David Belle y Sébastien Foucan decidieron separarse, y buscando en primera instancia un mismo camino, decidieron renombrar el arte del desplazamiento, y llamar a lo que ellos hacían, “Parkour” (recorrido en francés), y de esta forma acoger y entrenar a nuevos jóvenes interesados en la disciplina, y poco a poco hacer que su Parkour se fuese haciendo más conocido entre la gente que sentía curiosidad. Más tarde, Foucan, también quiso desmarcarse, esta vez del Parkour, y por otra vía, a la que denominó “Free running”, popularizándola sobre todo en el Reino Unido gracias a documentales centrados en su persona como “Jump London” o “Jump Britain”.


Sin embargo, esto no son más que nombres, y su práctica está derivada de aquel movimiento principal llamado “arte del desplazamiento”.

A nivel de entrenamiento, la condición física, es algo vital para poder desarrollar y crecer en la disciplina deportiva. Es necesario un correcto acondicionamiento para proteger y preparar el cuerpo para los saltos y recepciones de todo tipo de movimientos. De esta forma, también se pueden prevenir lesiones de cualquier tipo debido a las exigencias de la práctica continuada. Entonces, el practicante, debe estar siempre en continua evolución y mejora de su estado de forma, así como coordinación, flexibilidad, agilidad…

Es importante asimilar las técnicas, porque en un primer momento éstas seguirán siendo técnicas hasta que sean asimiladas plenamente, en ese momento dejaran de ser técnicas para convertirse en un reflejo natural (gesto deportivo). La belleza de un movimiento consiste en que este sea puro, que no aparezca como algo artificial y buscado...

Como último punto, destacar la filosofía y valores que entraña el add. El espíritu de superación, la hermandad y ayuda entre los practicantes, la humildad, el respeto y el coraje de seguir siempre hacia delante en la lucha por conseguir los objetivos personales tanto en el ámbito deportivo como en el personal, son los rasgos que hacen crecer cada día la práctica del parkour en todo el mundo.

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